Facebook y el reclutamiento 2.0

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Facebook y el reclutamiento 2.0

Si te piden tu contraseña de Facebook, di "NO"

Ha surgido una gran controversia entre las muchas personas que están en estos momentos en búsqueda (más o menos activa) de empleo y las empresas que están queriendo entrar en el perfil privado del Facebook de los candidatos en proceso de selección.

Ante esta manera de actuar de algunos ¿profesionales? de Recursos Humanos (no es algo generalizada, al menos por el momento), los candidatos reaccionan de diferente manera. Tras la perplejidad inicial ante la petición de la clave de acceso a su perfil privado de Facebook, hay quien la facilitan por miedo a perder una oportunidad de reincorporase al mundo laboral. Otros se niegan. Mientras tanto, muchos desempleados que aún no se han visto en semejante situación, se preguntan cuál sería la mejor manera de actuar si a ellos les tocara pasar por esa experiencia.

Para despejar las dudas de este último grupo, hemos pedido consejo a un grupo de profesionales de Recursos Humanos. Todos con activa presencia en una o varias redes sociales.

La respuesta es unánime: niégate a dar tu contraseña de Facebook o a dejar que entren en tu perfil privado de esta red social. Di no y busca otra empresa en la que se respete la intimidad de las personas.

Los argumentos, más o menos extensos, ofrecidos por cada unos de los profesionales consultados van en la misma línea. Es una intromisión en la vida privada inaceptable y, cuanto menos, una forma de actuar por parte de los reclutadores poco ética.

Eva Collado Durán (@evacolladoduran), Responsable de Desarrollo de Recursos Humanos, señala que no le parece ético semejante petición, porque la contraseña "es en toda su esencia privada". Entiende que es lo mismo que si te pidieran las llaves de tu casa para ver cómo vives.

"Como reclutadora –continua @evacolladoduran- claro que me interesa toda la información posible sobre el candidato, porque al final el valor añadido que damos los reclutadores es el de asegurarnos las competencias tanto técnicas como personales, con el fin de valorar si es la persona apta para el proyecto que tenemos en mente y si encajará en los equipos que ya tenemos dentro de nuestra organización". En este sentido, añade que una parte de las entrevistas de selección está focalizada en la presencia o identidad digital del candidato. "Pero de ahí a pedir accesos privados… va todo un mundo".

Con sus 16 años de experiencia profesional en el ámbito de los Recursos Humanos, Ángel Largo (@AngelLargo1970) responde a la cuestión con una pregunta: "¿Acaso seria licito pedir las claves de la tarjeta de crédito para ver los movimientos bancarios?". Y añade: "Es indudable que el ámbito de lo privado es hasta donde queremos que los demás conozcan nuestra vida. Es por ello que cualquier solicitud de claves, no solo de Facebook, sino de cualquier red social o clave que invada nuestro ámbito privado, es totalmente recriminable y el candidato debería negarse en rotundo a darlas. ¿Bajo la amenaza de ser descartado del proceso? Si esa empresa utiliza esos métodos intrusivos estoy seguro que también utilizara otros en el ámbito del trabajo, entonces ¿deseamos pertenecer a esa organización? ¿De verdad queremos trabajar bajo esa premisa?"

"En mi opinión –continúa @AngelLargo1970- es amoral el solicitarlas, pero son los candidatos los que deben ser conscientes que eso invade su vida privada. Si no es así, seguirán contestando a preguntas sobre política, religión o cualquier otra que le hagan".

José Manuel Rodríguez (@josemanuelR), director de Empleate.com, responde con contundencia a esta polémica: "Es totalmente inaceptable y debería ser considerado delito (…) Diga que no, de media vuelta y busque una empresa donde sí respeten a las personas. Esa empresa no merece contar con alguien como usted y de seguro que le irá mucho mejor".

Y en la misma línea que el resto de profesionales consultados, @josemanuelR añade "Estoy de acuerdo en que las empresas revisen las redes sociales públicas de los candidatos para darse una mejor idea del potencial ajuste de la persona al cargo. Esto ayuda a reducir errores de selección y rotación de personal. Y es muy recomendable que las personas aprovechen al máximo el potencial de estas redes para mostrar sus competencias e intereses".

Juan Carlos Barceló (@juancbarcelo), socio fundador de una asesoría de formación en RRHH y Redes Sociales, nos remite al post de su blog en el que aborda esta controversia, y en el que deja claro su postura con frases como esta: "Y yo os doy un consejo, a todos aquellos entrevistadores que os soliciten vuestras contraseñas, pedidles vosotros las llaves de su casa, a ver si os las dan".

José Joaquín Salas (@xsalas), consultor de sistemas humanos 2.0 es breve y contundente en su respuesta: "Me parece increíble y pienso que si hay alguien que tiene la cara de pedir esto debería dejar de seleccionar personas, no merece ningún respeto". A los que se vean en esta tesitura, aconseja que abandone el proceso de selección. "Esa empresa no le interesa".

Juan Martínez de Salinas (@juanmartinez), gestor de personas y consultor de empleo 2.0, indica: "…las empresas no tienen derecho a exigir las claves privadas de las redes sociales para ver la parte intima de las personas candidatas, porque se vulneran derechos fundamentales y es una faceta que cada uno decide a quien mostrársela. Existe en España un vacío legal con respecto a estos temas y debe regularse al detalle para evitar el abuso por cualquiera de las partes".

Dos miembros del Congreso en Estados Unidos han presentado un proyecto de ley (The social Networking Online Act) para prohibir exigir los datos privados de las redes sociales a los solicitantes de empleo, trabajadores o estudiantes.

Pilar Jericó (@pilarjerico), experta en Gestión del Talento, también se muestra contraria a esta práctica "porque atenta contra la libertad privada". Y de cara al candidato, señala que no cree que le interese trabajar en una empresa que lo exija.

Esperanza Suárez (@riquelmeamanda), consultora de RRHH, considera que "la profesionalidad del que pide la clave de Facebook queda en entredicho… Si el entrevistador quiere enterarse de cuestiones sobre la vida del candidato debe preguntárselas abiertamente en el transcurso de la entrevista o entrevistas que le realice y, claro, siempre y cuando guarden relación con el trabajo que le está ofreciendo o con conocer los valores del candidato de cara al encaje cultural, etc.".

Alicia Pomares (@AliciaPomares), socia directora de una consultora de RRHH, nos remite al post de su blog 'Reflexiones sobre el intrusismos en el reclutamiento 2.0'. En él no habla de si debemos o no dar nuestra contraseña de Facebook o dejar que el reclutador entre en nuestro perfil privado de esta red social. Lo que sí hace es lanzar la siguientes preguntas en relación a la decisión de elegir o no a un buen candidato al puesto que desean cubrir: "¿En realidad alguien cree que lo podemos descartar porque hemos visto una foto suya en el Facebook que aparece en situación dudosa? ¿O porque su nombre en Skype es "ardillita loca"?". Y añade: "Los reclutadores, seleccionadores, headhunters (esta palabra me suena a rancio), executive searchers… o como queráis llamarlos, también somos personas, y estamos en Facebook, y Twitter y Linkedin. Y nos vamos de marcha, y tenemos vidas privadas y secretas con alguna foto dudosa o incluso algún video de alguna fiesta loca colgado en youtube. Y sabemos que un buen profesional también tiene vida privada y se emborracha alguna vez, y…. en fin, que nadie es perfecto y como dijo algún sabio: "todos los excesos son malos, incluso la falta de excesos".

En cualquier caso, es evidente, y así lo apuntan todos los profesionales consultados, que tenemos que cuidar nuestra imagen digital. El reclutamiento 2.0 cada día gana más terreno como valor añadido al reclutamiento tradicional offline. @riquelmeamanda : "Es bastante común que el que realiza la selección "goglee" (o busque en Google) tu nombre para obtener información del candidato. Por lo que mi recomendación a los candidatos es que controlen la información que vierten sobre ellos mismos y usen los filtros necesarios para no compartir aquello que debe quedar en el ámbito de lo personal y no profesional".