Armilla
por Marta Palomo Hermoso
Este municipio granadino, situado muy cerca de la capital, fue protagonista de numerosas batallas que rodean la Reconquista. Aunque el origen de su población es incluso anterior a la dominación romana.
Era lugar de paso para los comerciantes de seda que se dirigían a la costa, una actividad artesanal que se perdió cuando los militares cristianos acabaron con la dominación musulmana, y sus fuentes de riqueza.
Existe en Armilla un monumento que constituye una leyenda en sí mismo. Son las Tres cruces, con un Cristo en el medio. Según cuentan los mayores, el Cristo tenía los pies cruzados y atravesados por un clavo pero durante la guerra se cambiaron y se colocaron como los vemos ahora, separados.
La Iglesia de San Miguel de Arcángel merece también una parada para los visitantes de la localidad. Del siglo XVI y estilo mudéjar, en 1931 se le construyó un torreón más alto para que el repicar de campanas llegara más lejos.
Armilla está situada en la vega de Granada, espacio natural donde podemos disfrutar de actividades como el senderismo. Por su cielo veremos sobrevolar los aviones de la base del Ejército del Aire, instalada en su término municipal.
En la antigua fábrica azucarera de Santa Juliana se celebra cada año una Feria General de Muestras, donde la artesanía es protagonista.
De su gastronomía hay que destacar la olla de San Antón, las sopas o recetas basadas en carne de caza, como el conejo a la labradora y las perdices con coles.
En enero se celebra una de las festividades más importantes, las hogueras de San Antón, con una competición por la hoguera más grande y de mayor duración. Las fiestas patronales son en septiembre.
Sólo unos 5 kilómetros separan este pueblo de la capital. Llegaremos tomando la A-44 en dirección Armilla y por la salida 132.
